Seguramente habrás escuchado que antes o después de una cirugía debes de tomar ciertas medidas para ayudar a lograr esos resultados que deseas. Y en el caso de una cirugía estética, se aplica la misma regla.
Entre esas recomendaciones se incluye no fumar, mantener el reposo adecuado, evitar el consumo de alcohol y más. En este rubro, la alimentación juega un papel importante. Dentro de este artículo te explicaremos más sobre qué sí debes ingerir y que es mejor que pospongas su consumo hasta que te hayas recuperado completamente.
¿Por qué es importante mantener una buena alimentación antes de una cirugía estética?
Dependiendo del tipo de cirugía será el papel que la alimentación juegue en tu procedimiento. Pero, a través del consumo de los alimentos adecuados y de mantener ciertos hábitos puedes influir en el éxito de tu intervención.
Mantener una buen régimen alimenticio te ayudará a acelerar la cicatrización, disminuir el riesgo de una posible infección y a lograr el mejor resultado posible de tu cirugía.
Recomendaciones alimenticias para antes de una cirugía estética
Como mencionamos en un inicio, los médicos recomiendan a los pacientes poner en pausa hábitos como el tabaco, café y alcohol. También se deben evitar alimentos con un alto contenido en azúcares refinadas ya que pueden perjudicar al sistema inmunológico y por ende generar inflamación. Igualmente se debe de suspender el consumo de suplementos basados en hierbas.
En general se recomienda que 24 horas antes del procedimiento, sólo se ingieren, alimentos de fácil digestión como sopas, cremas, pescado hervido, verduras cocidas, frutas asadas entre otras. Es importante que dentro de tu dieta incluyas proteínas, ya que estás ayudarán a que tu cicatrización sea óptima.
Dependiendo del tipo de cirugía estética a realizar será el ayuno que el médico señale, pero este suele ser de entre 6 u 8 horas previo a la intervención.
¿Cómo debe de ser tu alimentación para después de una cirugía estética?
Durante la recuperación de la anestesia el paciente podrá comenzar a ingerir alimentos líquidos (de acuerdo a la indicación del médico) y posteriormente se podrá consumir una dieta de alimentos blandos que sean de fácil digestión. Lo primero que se recomienda a los pacientes son los purés, cremas, pescado hervido e incluso carnes magras cocidas. En la siguiente etapa de la recuperación se introducen a la dieta alimentos como queso fresco, tubérculos, cereales no integrales (como papas, pan, arroz, pastas, lácteos enteros, frutas y verduras cocidas.
En el período postoperatorio se deben consumir proteínas que apoyen al cuerpo en su proceso de regeneración de los tejidos. Adicionalmente, es posible que el médico recomiende el consumo de ciertos suplementos nutricionales o vitaminas. También se sugiere la ingesta de líquidos en abundancia como agua, té o infusiones, pero se pide a los pacientes que eviten el café, el alcohol o bebidas que contengan edulcorantes.
Al inicio del período de recuperación se deben de evitar comida picante, con grasa, frita, alimentos ultraprocesados, aquellos que son ricos en fibras como los integrales, chocolates y cualquier otro tipo de alimento que sea difícil de digerir.
En las semanas posteriores a la cirugía, es posible que tu médico recete antibióticos, por lo que en ese caso también es recomendable consumir yogur con probióticos que ayudan a mantener la salud de tu tracto intestinal.
Al incluir alimentos con vitamina C dentro de tu dieta post operatoria ayudarás a que tu cuerpo produzca colágeno, el cual contribuye a una mejor cicatrización.
Recuerda que la dieta que mantengas para tu recuperación debe de ser normocalórica. Seguir un régimen alimenticio hipocalórico dificultará tus cuidados post operatorios, ya que necesitas las calorías de una alimentación normal para que tu organismo regenera tejido, cicatrice y se recupere.
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